Todas estas criptodivisas tienen en común una característica: son un medio digital de intercambio que utiliza la criptografía para garantizar la seguridad de las transacciones y el control de la creación de nuevas unidades. A diferencia de las monedas tradicionales, las criptomonedas no tienen una entidad central que las emita o controle, sino que se basan en una red descentralizada de nodos que validan cómo empezar a operar con criptomonedas las transacciones. Envía, recibe y gasta criptomonedas A diferencia del dinero en efectivo, que puede ser difícil de mover, especialmente a través de las fronteras, las stablecoins son "fáciles y rápidas", sostiene la analista de criptomonedas, Noelle Acheson, quien trabajó en CoinDesk. Añade que esto ayuda a los operadores a aprovechar las oportunidades en cuanto surgen. Han "abierto una economía en cadena", menciona Ram Ahluwalia, CEO de la firma de administración de patrimonios Lumida, permitiendo que el dinero “fluya hacia el ecosistema y permanezca en este.”